Recursos para transitar el duelo

Transitar el duelo por la muerte de un ser querido es un proceso que puede llevar meses o incluso un año. Adaptarse a su ausencia, continuar tu vida sin su presencia lleva tiempo.

La primera reacción ante la noticia puede ser ira, rechazo, negación, bronca, impotencia, angustia, tristeza, dolor... Dependiendo el tipo de muerte puede ser más difícil de comprender y aceptar. También influye mucho la relación que teníamos con la persona que se fue. No es lo mismo llorar a un bebé, a un niño, a un joven, a un adulto, a una persona mayor, a una persona que estaba enferma, a una persona que murió en un accidente o de golpe por un paro cardíaco o por un acv o a alguien que eligió suicidarse. Son procesos distintos. Lo mismo pasa si era una relación muy cercana o distante, si era un amigo o un tío, o un sobrino o un esposo o esposa, nuestro padre o nuestra madre y si nos llevábamos bien o mal. 

Distintas emociones y pensamientos suceden en nuestro ser cuando un ser querido se va. Y escribo estas palabras transitando el duelo por la muerte de mi padre, quien a sus 71 años y un mes antes de cumplir años se fue de este plano por un paro cardiaco. Mi proceso de duelo puede ser diferente al tuyo o tal vez similar pero sé que si estás leyendo estas palabra es porque buscas consuelo y tal vez mi propia experiencia y visión de la muerte y el duelo te pueda ayudar. 

Todos elegimos la fecha de nuestra muerte y el modo de irnos. Vinimos a la tierra a evolucionar, a seguir aprendiendo acerca del amor divino que somos en esencia, chispa de Dios (fuimos creados a su imagen y semejanza) y en esta experiencia escogimos con quienes compartiremos un este tiempo de gracia y aprendizaje: familiares, amigos, parejas, hijos, compañeros de trabajo, etc. Juntos crecemos en el camino espiritual. Realizamos contratos almicos porque sabíamos que juntos podíamos crecer. Cada persona con la que compartimos nos enseña algo. Aprendemos tanto de las experiencias dolorosas e injustas como de las lindas y bellas y todas tienen la misma función: ayudarnos a evolucionar para poder llegar más cerca de Dios. 

El camino evolutivo requiere de la intervención del otro pero también incluye momentos de soledad e individualidad. En la vida existen personas que nos acompañan por años e incluso hasta el final de nuestros días terrenales y otras que en cambio, nos dejan pronto o después de ciertos años. Algunas nos dan tiempo a procesarlo y despedirnos, ya que desencarnan habiendo transitando una enfermedad terminal y otros, en cambio, como mi padre eligen dejarnos de golpe sin darnos tiempo a despedirnos. Como fuere, es importante respetar y honrar su destino. Era su tiempo de partir, aunque nos duela su ausencia, su alma ya había aprendido lo que eligió hacer en la Tierra y consideró que el tiempo de continuar evolucionando en la presencia de Dios. Y es aquí en donde el verdadero amor nos pide el DESAPEGO. 

No te diré que es fácil soltar a quienes amamos y dejarlos ir en paz, es un proceso que lleva tiempo. Habrá momentos de llanto intenso al sentir su ausencia, otros de culpa o enojo por cosas que no se pudieron decir o sanar si hubo diferencias, otros momentos de negación de no querer aceptar lo que sucedió y no permitirse el dolor ("estoy bien" "no necesito llorar" "la vida sigue" "hay que acostumbrarse", etc). Son parte del proceso personal de elaboración del duelo y no te preocupes, es perfecto para ti y debes permitírtelo. Lo importante es reconocer en qué proceso estoy y permitirme a mi tiempo expresar y liberar todo ese dolor que hay dentro. 

Las personas que fallecen también transitan su duelo. De repente se dan cuenta de que les llegó la hora de dejar el cuerpo físico y no se pueden despedir si fue repentino o bien sienten que les hubiera gustado hacer o decir determinadas cosas que no pudieron y pueden también resistirse a negar su muerte.  Desde nuestro lugar, debemos ayudarlas a irse en paz, a aceptar su destino. Debemos rezar por sus almas, agradecerles su paso en nuestra vida y expresar todo lo que necesitemos sea verbalmente o por escrito ya que ellos seguirán recibiendo todo lo que les digamos aunque ya en otra dimensión no hay contacto físico con nosotros. 

Es importante que entiendas que la muerte solo es un cambio de estado, el vinculo entre almas no se corta sino la comunicación por medio de un cuerpo físico. Si comprendes esto te darás cuenta que definitiva la muerte no existe como tal sino una transformación del alma. 

¿Y cómo hago para superar el dolor de su partida?

La mejor manera es honrar su memoria, recordarlo en los momentos buenos, perdonarlo en los momentos de diferencias o heridas mutuas, expresarle tu cariño y pedirle que vaya a la luz y descanse en la Gloria de Dios. Intercede por su alma con oraciones y notarás como cada oración te regala paz interior y el saber que se encuentra bien. Pide ayuda a un profesional si no puedes solo, expresa tu dolor y comparte como te sientes con tus amigos y familiares. Hablar es sanador. Es importante tomarse el tiempo para sacar ese dolor de adentro. No tienes por qué hacerte el fuerte y privar tu llanto, es parte del proceso. No está mal llorar ni decir cuanto lo extrañas, es sumamente sanador. 

Mira fotos, recuérdalo y honra su memoria en fechas importantes como por ejemplo, su cumpleaños. Esto te ayudará a ir aceptando su partida y continuar el lazo almico. Todo gesto de amor, toda oración por su alma, todo lo que expresamos le llega y cuando tenga el permiso divino de comunicación buscará el medio de hacernos saber que está bien. Lo más normal es soñarlos o encontrar algo que era de él con algún escrito que nos llegue al alma. Pueden darse hasta situaciones muy locas de comunicación como por ejemplo un cartel en la calle. También puede presentarse por medio de alguien que tenga el don de la mediunidad. Como sea, cuando sea el tiempo y si verdaderamente hace falta nos trasmitirá un mensaje, pero debemos para ello dejarlo libre como alma y no estar pendiente. Hazle las preguntas que necesites: ¿Estás bien? ¿Me perdonas?  y exprésale lo que necesites: Te perdono, Te amo, Te extraño pero te dejo ir, Ve a la luz y cuando menos lo esperes verás que te hará llegar su respuesta. 

Hace unos años atrás, por el año 2018 perdí a una tía muy querida a través de un cáncer terminal. Fue un proceso muy triste pero liberador para su alma y para quienes nos tocó la impotencia de no poder evitar su dolor y sufrimiento. Al momento de ayudar a sacar cosas de ella, mi primo nos ofreció si queríamos llevarnos algo  y yo me traje una mochila que ella había traído de un viaje al norte y que siempre usaba. Al tiempo me entró la duda de si ella estaría feliz de que la tuviera y se lo pregunté ¿Tía Gra, te gusta que tenga tu mochila? La cuidaré y te recordaré teniéndola. Pasaron unas horas de yo haber dicho eso y al ingresar al facebook me salió un recuerdo: era una foto de ella bailando folclore y en la mesa, al lado mío (desde donde saqué la foto) estaba en primer plano esa mochila. Sentí fue su manera de responderme con un Sí. Pregunté una vez ¿Tía estás bien? y al poco tiempo la soñó una amiga muy querida y nos hizo saber que estaba en paz y bien. Son formas de comunicación del más allá. 

Espero que mis palabras  y mi experiencia pueda darte un poco de consuelo en tu duelo personal. Si quieres reflexionar un poco más sobre la muerte te dejo aquí un video mio donde te cuento qué pasa cuando fallecemos. Te leo en comentarios!

Qué sucede cuando morimos: el proceso de elevación del alma

1 comentario en “Recursos para transitar el duelo”

  1. Bendiciones Rosalía bella .gracias por estos mensajes ,hoy honramos a nuestros seres queridos que no están .en mo caso mi papá y dos hermanos .aprendí von el tiempo a recordarlos con amor y una sonrisa ,aceptando que todos cumplieron su tiempo acá y nos acompañan desde otro plano

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